Lunes 28 de Agosto del 2017.
Aficionado y practicante al fin del beisbol, Andrés Manuel López Obrador aprendió bien aquella jugada de “batea y corre” como lo demostró tras la misteriosa y opaca “encuesta familiar” para imponer a Claudia Sheinbaum como candidata de Morena a Jefa de Gobierno la ciudad de México: bateó a Ricardo Monreal que encabezaba la mayoría de las encuestas de preferencias ciudadanas y corrió a Estados Unidos para realizar una gira por comunidades en las que viven y trabajan mexicanos en ese país.
De esa manera eludió, como es su costumbre, enfrentar la andanada de críticas y acusaciones por imponer su voluntad personal de espaldas a la militancia, en una decisión con la que pone en serio riesgo electoral al partido de su propiedad, si el jefe delegacional de Cuauhtémoc decide renunciar y buscar la postulación por otra fuerza, inclusive hasta por el PRI, que fue el primero en el que militó y que con él podría recuperar la capital de la República que perdió desde 1997.
Por más que algunos que ilusamente contendieron por la postulación morena en la capital de la República, como Martí Batres, que preside aquí el partido, o el colado senador Mario Delgado, aseguren que la “encuesta” de la que surgió ganadora la jefa delegacional de Tlalpan y que ésta misma, por supuesto, hayan declarado que fue legal y que ellos conocieron anticipadamente la “metodología” y se comprometieron a aceptar el resultado, la actitud de Monreal de no acudir a la conferencia de prensa en la que aquellos le levantaron la mano a la académica dela UNAM, fue una clara muestra de inconformidad con ese proceso, con el que López Obrador volvió a demostrar su autoritarismo.
De las encuestas “cuchareadas” como él mismo llamara a las realizadas en 2006 y 2012, en las que no aparecía en primer lugar, pasó a una tan misteriosa como opaca en la que nadie supo qué empresa la llevó a cabo, cuáles fueron las preguntas ni quiénes las formularon ni supuestamente
“votaron”, en un proceso que se llevó a cabo en las oficinas del propio dueño de Morena y de su hijo Andrés López Beltrán, de donde, impuesta al estilo priista, por “el dedazo de quien manda”, surgió la jefa delegacional de Tlalpan como ganadora, lo que desde semanas atrás se sabía que así sería por la cercana relación personal y política de años con el tabasqueño.
Tan fue “cuchareada” esa “encuesta” lopezobradorista, que el primero en rechazarla, y con justa razón, fue Monreal, por la actitud de abandonar el salón del hotel de la avenida Cuauhtémoc en el que se llevó a cabo la farsa, al que llegó quizá esperanzado, como estuvo hasta el final, en que no sería traicionado y después tener que reconocer que le resultará imposible “enfrentarse a la nomenclatura” de Morena y a su dueño.
Hizo bien el zacatecano en no actuar con la “cabeza caliente” para no precipitar el anuncio de una decisión que a estas alturas ya debe haber reflexionado y decidido, sabedor de que tendrá varias opciones para recibir el respaldo de alguno o varios partidos –PRD o hasta el PRI, que fue el primero en el que militara- para contender y ganar con ellos lo que hoy AMLO y Morena le negaron, a pesar de encabezar la mayoría de las encuestas de verdad, no la de éstos.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
EL presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue adelante con la que funcionarios mexicanos califican de “estrategia” en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en su intento de presionar, debilitar y sacar ventaja, con el argumento de que México, que es el que, según dice, “más se ha beneficiado” con ese acuerdo es hoy “uno de los países con más alto crimen del mundo”.
A través de su cuenta de Twitter, que es su favorita para lanzarse con todo y contra todos, el mandatario estadounidense insistió en la necesidad de construir un muro fronterizo por los niveles de criminalidad que privan en su vecino del sur, que éste, de una forma u otra, “pagará de un reembolso” y dejó entrever, que en la renegociación del TLCAN con México y Canadá, la posibilidad de que EU lo dé por cancelado.
DE inmediato, y a pesar de que la Secretaría de Relaciones Exteriores respondió que no negociará el Tratado, ni ningún otro aspecto de la relación bilateral a través de las redes sociales, lo hizo al señalar que la violencia generada en México por el tráfico ilícito de drogas, armas y dinero, es un problema compartido por la alta demanda en la Unión Americana y otros países.
SOSTUVO la cancillería que “sólo con base en los principios de responsabilidad compartida, trabajo en equipo y confianza mutua, podremos superar este reto” y reiteró en un comunicado que de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, México pagará un muro o barrera física que se construya a lo largo de la frontera con EU, como ha insistido Trump cada vez que se refiere a nuestro país
SUBRAYÓ la dependencia de la que es titular Luis Videgaray Caso, que esto “no es parte de una estrategia negociadora mexicana, sino un principio de soberanía y dignidad nacional” y que la posición de nuestro país en la mesa de renegociación del TLCAN continuará siendo seria y constructiva, siempre anteponiendo el interés nacional y buscando un resultado en el que las tres naciones firmantes, ganen.
COMO si no bastara con los serios problemas que enfrenta el presidente Enrique Peña Nieto en materia económica, inseguridad pública y violencia en la casi totalidad de la República y una muy difícil y complicada renegociación del TLCAN, está a la vista inmediata otra, si el grupo parlamentario del PRI en el Senado, insiste en que el actual titular de la PGR, Raúl Cervantes Andrade, lo sea “en automático” de la Fiscalía General de la República.
POR lo pronto, quienes lideran las bancadas de la oposición en la sede senatorial, encabezadas por las del PAN, PRD y PT, se oponen de manera rotunda a que la del tricolor pugne por impulsar ese paso de un cuestionado procurador general, que parece no ver, ni mucho menos actuar, ante tanta corrupción de funcionarios públicos y gobernadores por los escandalosos desvíos de recursos federales a un “fiscal a modo” que continuaría con esa ceguera para aplicar la ley
LOS senadores del blanquiazul que encabeza Fernando Herrera, ya abrieron el “fuego enemigo” contra su colega tricolor, Emilio Gamboa, al que le enderezó severos cuestionamientos por los temas que deberá incluir la agenda senatorial, entre ellos la elección del Fiscal Anticorrupción y la del nuevo titular de la Fiscalía General de la República del grupo parlamentario del PRI y la Ley de Seguridad Interior que el presidente aun del Senado, Pablo Escudero Morales, declaró que si en San Lázaro no la aprueban, lo haría esta Cámara.
ESE diferendo en el que el panista acusó al priista de ser “uno de los hombres más ricos del país” y éste respondió que prive “respeto” entre los coordinadores, al asegurar que él ha cumplido con sus declaraciones patrimoniales y la Ley 3de3, se dio en víspera de la plenaria de los senadores del PRI y del inicio mismo del próximo periodo de sesiones, una vez que se realice la de Congreso General el viernes 1º. de septiembre.
AYER, el presidente del PAN, Ricardo Anaya, -al que su colega del PRI, Enrique Ochoa Reza, tildó de “niño llorón” por atribuirle al tricolor y al gobierno la campaña de acusaciones en su contra por el presunto enriquecimiento familiar del joven queretano- dejó más que claro que su partido se opondrá a que el titular de la FGR, sea un “fiscal a modo” como Cervantes Andrade y así votará en el Senado.